Sin duda, asistir un campamento de verano por primera vez representa una vivencia maravillosa para los niños y jóvenes. Una de las razones por las cuales los campamentos de verano son tan especiales, es porque en ellos nuestros hijos tendrán experiencias nuevas por primera vez en su vida.
Estas nuevas experiencias no tienen por qué ser sorprendentes, de hecho para nosotros como adultos son cosas muy cotidianas y sencillas. Sin embargo, para los niños que asisten por primera vez a un campamento de verano, hasta las cosas más simples son una novedad que le genera gran satisfacción y gratificación.
Las nuevas experiencias enriquecen el conocimiento de nuestros hijos, y le permiten desarrollar sus capacidades al mismo tiempo que van aprendiendo a acoplarse a un entorno completamente distinto para ellos.
9 experiencias y momentos inolvidables previos a asistir a un campamento de verano.
Como hemos mencionado antes, los niños disfrutan mucho de las experiencias nuevas en los campamentos. De hecho, si hemos tenido la oportunidad de asistir a un campamento de verano, de seguro que tenemos recuerdos inolvidables no sólo del campamento, sino que incluso de las horas previas al campamento. Veamos algunas de estas experiencias previas a asistir a un campamento, que podrán disfrutar nuestros hijos si los matriculamos en la siguiente época de vacaciones escolares.
- Una de las primeras experiencias es abrir una cantimplora por primera vez, y estar desesperados por estrenarla. Nunca falta que nuestra madre nos diga qué hay que lavarla primero.
- Ir de una farmacia a otra buscando un spray anti mosquitos.
- Probar las mil y una formas de marcar el calzado, las toallas, la ropa y demás. Una de las recomendaciones principales al asistir a un campamento es siempre marcar tus objetos personales, y hasta haciendo esto disfrutamos.
- Hacer toda la mochila completamente, y ver que se te ha olvidado algún objeto o artículo personal importante y tener que volver a hacerla de nuevo. Ese momento es típico y casi nadie se ha salvado de esto.
- Llenar el neceser hasta casi sobrepasar los límites de las cremalleras. Luego nos encontramos con el problema de que no podemos volver a meterlo todo nuevamente.
- Comenzar a llamar a todos tus amigos para ver qué ropa iban a llevar ellos, y luego ver que tus padres también llaman por lo mismo a los padres de tus amigos.
- Jugar con la linterna la noche antes del campamento y dejarla prácticamente sin pilas.
- Camino hacia el campamento de verano, escuchando la retahíla de prudencia y los buenos comportamientos. Es un clásico de camino hacia los campamentos de verano.
- Despedirnos de nuestros padres sin darnos cuenta que ellos estaban incluso más contento que nosotros.
Todos estos momentos son típicos al asistir por primera vez a un campamento de verano. Algunas de estas vivencias previas al campamento están marcadas por la emoción de la nueva experiencia, y las expectativas generadas. En otro artículo en Natuaventura.com, nos dedicaremos hablar de las experiencias propias del campamento, y como estas ayudarán a nuestros hijos a aprender y a ser más autónomos e independientes.
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