En los últimos años, un tipo de viaje de fin de curso a la naturaleza que ha ganado popularidad es aquel que se realiza a un parque natural. Tenemos la suerte de que en España, debido a la gran variabilidad de ecosistemas, contamos con la increíble cantidad de 132 parques naturales. Pero, antes de analizar su importancia en los viajes de fin de curso actuales, cabe preguntarse: ¿qué es un parque natural? Por parque natural entendemos todo espacio natural con características biológicas o paisajísticas especiales, que se pretende proteger por su valor. La constitución de un espacio como parque natural tiene como objetivo la preservación de la fauna y flora que lo compone. Un parque natural puede ser marítimo o terrestre, y no tiene por qué limitarse a un tipo de ecosistema, sino combinar varios. Los parques naturales existen en todo el mundo.
Este hecho hace que de manera internacional se mantengan una serie de características, normas y acuerdos que garantizan la protección y el reconocimiento de estos espacios de manera universal. Los parques naturales se engloban dentro de la categoría de espacios naturales protegidos. Aparte, existen también determinadas denominaciones por parte de entidades internacionales que se aseguran de que determinados entornos cumplan las políticas y los protocolos necesarios para su conservación. Así, un parque natural puede ser también parque nacional y contar con menciones internacionales como lugar de interés paisajístico, reserva de la biosfera o patrimonio de la humanidad. Los parques naturales es la mejor forma de realizar una inmersión total en la naturaleza durante un viaje de fin de curso. Permite conocer de primera mano un entorno natural protegido con una amplia riqueza biológica y casi todos cuentan con actividades de ocio y multiaventura como complemento.
Viajes de fin de curso a parques naturales: actividades y conocimiento
Los viajes de fin de curso a parques naturales tienen la gran ventaja de aunar de forma muy estrecha la realización de actividades y la transmisión de conocimientos. Al fin y al cabo, todo parque natural es un centro de visita turística tanto nacional como internacional. Las entidades que lo gestionan son conscientes de la importancia de aprovechar el entorno en el que se encuentra el visitante para poder complementar su visita con actividades de ocio y cultura. Es por ello que los parques naturales son un lugar idílico para la realización de viajes de fin de curso. Las actividades de ocio que se realizan son múltiples y dependen muchas veces del parque natural en sí. Pero casi todos se caracterizan por la realización de varias actividades comunes. La más habitual es la de un recorrido por el parque. Este puede realizarse de múltiples formas.
Los recorridos pueden llevarse a cabo tanto en vehículo especializado, como practicando senderismo. En cualquiera de los casos, siempre se realizan con el acompañamiento y guía de un profesional del parque. En los viajes de fin de curso, esta persona será la encargada de transmitir todo el conocimiento del parque natural a los niños y niñas. Para ello, se suelen realizar numerosos juegos aprovechando los amplios espacios naturales y el propio funcionamiento del ecosistema dentro del parque natural. Este tipo de actividades se denomina senderismo interpretativo. En ellas, los recorridos realizados tienen como objetivo final interpretar y conocer el medio natural en que se realizan. Por medio de esta interpretación, niños y niñas se familiarizan con el funcionamiento de un medio natural y también con la forma de entender y explicar los espacios. Adquieren un conocimiento que no termina en ellos, sino que también podrán transmitir.
Viajes de fin de curso a parques naturales: actividades en la naturaleza
Además, de las actividades de senderismo interpretativo, los viajes de fin de curso que se realizan a parques naturales cuentan con una amplia oferta de actividades en la naturaleza. Una de las principales, aunque a priori suene como la más básica, es la propia observación de la naturaleza. La ornitología es una de las actividades turísticas más importantes de nuestro país, potenciada por la oportunidad que ofrecen para realizarla los parques naturales. Además del senderismo interpretativo que ya hemos visto, la directa observación de la fauna de un espacio natural supone un gran atractivo para niños y niñas en viajes de fin de curso. Volverán a casa pudiendo decir que han visto inusitadas especies. Para aquellos grupos que busquen directamente una actividad de ocio propiamente dicha en la naturaleza, hay muchas más opciones. Es lo que nos ofrecen las rutas hípicas y de cicloturismo.
Ambas son formas de conocer el espacio natural y entrar en contacto con él, sin interferir en su funcionamiento o dañarlo. Una ruta hípica consiste en la realización de un recorrido montando a caballo. Este hecho permite una conexión distinta con el entorno natural, del cual el caballo forma parte, y que resulta en una experiencia inolvidable para cualquier fin de curso. Por su parte, otra actividad de gran atractivo para los viajes de fin de curso es la ruta en bicicleta. Montando en bicicleta recorremos más distancia que andando y el esfuerzo invertido también revierte en una mayor satisfacción por el paisaje contemplado. Además, contamos con la ventaja de que muchos parques naturales cuentan ya con recorridos diseñados para la propia utilización de bicicleta. Esta es una inmejorable forma de conectar un deporte familiar para el participante con la emoción de su viaje de fin de curso.
Viajes de fin de curso en la naturaleza
Desde Natuaventura Ocio y Tiempo Libre llevamos más de 15 años realizando viajes de fin de curso de todo tipo. Es por ello que con nuestra amplia experiencia, ponemos a disposición los siguientes artículos sobre viajes de fin de curso en la naturaleza: