Viajes de fin de curso en la naturaleza: viajes a la playa

¿Qué espacio natural más completo, diverso y divertido podemos imaginar que la playa? La costa es sin duda la principal elección de los grupos que organizan su viaje de fin de curso, por numerosos motivos. El primero de ellos es el atractivo a nivel de diversión que supone para los niños y niñas. Este hecho es uno de los principales motivos por los que los viajes a la naturaleza son tan importantes. Demuestran que una diversión total es posible en entornos donde no hay elementos como videojuegos, centros comerciales o lugares diseñados específicamente para jugar. El juego puede realizarse en un espacio natural como la propia playa o el mar, siendo precisamente más potente por su independencia de factores o elementos físicos en los que apoyarse. Los viajes de fin de curso a la playa demuestran a los participantes la capacidad de divertirse por sí mismos en espacios naturales.

La playa permite a los grupos que la visitan asomarse al funcionamiento de un ecosistema marino. Este es uno de los muchos tipos de ecosistemas que niños y niñas estudian en sus clases de conocimiento del medio y biología. La playa es la perfecta combinación entre un entorno de tierra y uno marino, donde los alumnos de un viaje de fin de curso disfrutan de la armonía de ambos espacios. En cualquier viaje de fin de curso, los participantes normalmente ya han visitado la playa con sus respectivas familias. Y para todos ellos suele ser un espacio ya marcado por la diversión. Los viajes de fin de curso sólo van a ampliar este hecho y descubrirles las múltiples posibilidades que tienen los entornos costeros para la realización de actividades y juegos. A continuación, repasaremos esta oferta, así como las prácticas más seguras para su realización con la mayor seguridad.

   

Viajes de fin de curso a la playa: actividades náuticas

Una de las ventajas de los viajes de fin de curso a la playa es la enorme cantidad de actividades que pone a disposición de los participantes. Las actividades náuticas pueden englobarse dentro del concepto de multiaventura. Las actividades multiaventura es un tipo de turismo activo en el que se realiza actividad física con un objetivo lúdico en un espacio natural. Este hecho entronca directamente con la idea de los viajes de fin de curso a la naturaleza: disfrutar y aprender realizando actividades en un entorno natural. La playa permite realizar actividades para grupos como el surf. Este exótico deporte llama la atención de pequeños y mayores, y supone una experiencia deportiva en el propio mar. Además, cuenta con gran variedad de modalidades para realizar tanto individualmente como en grupo: paddle surf, windsurf o kite surf.

Además de surf, los viajes de fin de curso a la playa pueden realizar otras muchas actividades. Entre ellas destaca el piragüismo. Este consiste en que los participantes montan en piragua y realizan un recorrido a lo largo de la costa, disfrutando del paisaje que se contempla desde el agua. La piragua conlleva la práctica de un deporte aeróbico en pleno medio natural, que requiere de la colaboración con los compañeros para su buen desarrollo. Otro de los deportes que podemos practicar en la playa es la vela ligera, que apasiona a los grupos de viajes de fin de curso. Supone normalmente su primera experiencia montando en una embarcación de este tipo y aprendiendo y manejando parte de las velas y el mecanismo. Los paseos en hidropedal son también otra de las actividades grupales que se pueden realizar en la playa.

Viajes de fin de curso en la playa: mayor seguridad, mayor diversión

Los viajes de fin de curso a la playa tienen como principal objetivo la diversión en el medio natural. Sin embargo, tanto para el centro escolar como para las familias hay un elemento que resalta por su gran importancia en estas actividades: la seguridad. Somos conscientes de que toda actividad multiaventura así como cualquier viaje con menores de edad ha de contar con los protocolos de seguridad necesarios para no correr ningún riesgo. Las actividades en la playa, por su propia configuración, han de tener un extra de seguridad. El mar es un entorno cambiante donde toda precaución es poca, aunque las condiciones no sean extremadamente peligrosas. Por ello, los viajes de fin de curso han de contar siempre con la guía de un equipo de monitores profesionales que sepan cómo gestionar estas actividades. Es la mejor forma de ofrecer tranquilidad al centro escolar y a las familias.

Tanto para un simple baño como para la realización de una actividad, es importante mantener los protocolos de seguridad. Si hay participantes dentro del agua, siempre tiene que haber acompañantes responsables con ello. Previamente estos han establecido una serie de códigos y gestos cuyo significado ya se ha explicitado. De esta manera, si estando en el agua hay que transmitir algún consejo u orden, el ruido del mar no es un inconveniente, pues con tener una visual del monitor, el mensaje se puede transmitir, garantizando la seguridad. En todo momento, se han de respetar y atender a las indicaciones de los socorristas y de los equipos profesionales de actividades multiaventura. En estas, los propios instructores nos darán los consejos necesarios para poder realizar la actividad con completa seguridad. De esta manera, los viajes de fin de curso a la playa se pueden llevar a cabo ton totales garantías.

Viajes de fin de curso en la naturaleza

Desde Natuaventura Ocio y Tiempo Libre llevamos más de 15 años realizando viajes de fin de curso de todo tipo. Es por ello que con nuestra amplia experiencia, ponemos a disposición los siguientes artículos sobre viajes de fin de curso en la naturaleza: