Organizar un viaje de fin de curso implica una gran labor. Desde el planteamiento de la idea hasta su ejecución, hay que tomar muchas decisiones y realizar una labor larga y en ocasiones ardua. No son unas vacaciones cualquiera. Al ser un momento único y muy concreto para los participantes, estos quieren que sea el viaje más especial, y que todo sea perfecto. Para lograr esto, hay que tener en cuenta muchos factores que, en ocasiones, para alguien joven y con poca experiencia a la hora de organizar un viaje, pueden pasar desapercibidos. Siempre es importante tener la ayuda de alguien que haya tenido algo más de experiencia. En ocasiones, hermanos o hermanas mayores, o incluso, cursos que ya hayan pasado por ello. De esta manera, el grupo sabrá todos los elementos de los que tiene que estar pendiente y tendrá mayores facilidades a la hora de organizar su viaje.
Además, a continuación exponemos una serie de ideas y consejos a tener en cuenta para organizar tu viaje de fin de curso de Bachillerato. Los primeros consejos atañen a las primeras decisiones a tomar para organizar el viaje. Muchas veces, aunque todo el grupo tenga claro que quiere realizar un viaje de fin de curso, aquí terminan las coincidencias. Hay compañeros que prefieren un destino, otros optan por un estilo de viaje distinto… Es complicado ponerse de acuerdo. Por ello, lo principal es tener claro que el grupo quiere viajar junto y que, en ese caso, algunos habrán de ceder siempre para que el viaje sea todos juntos. Que esto se desarrolle así no implica que todos tengan que hacer lo mismo. Existe siempre la opción de adaptar el planing con dos opciones distintas en algún momento puntual, siempre que haya un mínimo de participantes para cada posibilidad.
El debate, el consenso y la lluvia de ideas son siempre buenas formas de favorecer la toma de decisiones en grupo. Si se puede realizar en un entorno como el aula, donde existen ya normas preconcebidas para el favorecer el diálogo y la escucha, estas tomas de decisiones serán más rápidas y cómodas.
Viajes de fin de curso de Bachillerato: fechas y clima
Dos de los principales elementos a tener en cuenta para un viaje de fin de curso de Bachillerato son las fechas y el clima. Ambos no se pueden contemplar en el vacío, sino siempre en relación con el destino elegido. Esperar un clima soleado y caluroso viajando a algún destino en el norte puede ser una esperanza, pero poco realista. Que el destino más solicitado y turístico tenga vacantes hasta muy entrado el año en las fechas más solicitadas también es complicado. Así, tanto las fechas a viajar como el clima del destino han de tenerse en cuenta con mucha antelación.
Cuanto antes se decida el destino, más factible es encontrar disponibilidad en él. Sobre todo, en estos viajes cuyos destinos ya hemos visto que están muy solicitados. Es el caso de los viajes de fin de curso de Bachillerato a Malta o Mallorca. Si estos son los destinos elegidos, cabe elegirlos con mucha antelación, para poder asegurarse el alojamiento. Además, pocas veces estos destinos cuentan con disponibilidad para grupos sueltos que no cuenten con una agencia intermediaria, que asegure la reserva y organiza el planing del viaje.
El clima es otra de las principales preocupaciones de los viajes de fin de curso. Organizar un viaje de playa y que llueva es una de las peores cosas que puede pasar. Por ello, es importante tener en cuenta varios elementos. En primer lugar, la época en la que se viaja. Los principios de la primavera, aun siendo unas fechas más económicas, pueden tener un clima más inestable que los finales de la misma estación. En segundo lugar, hay que asumir que aun viajando en la época de más calor, es posible que el tiempo cambie y sean unas vacaciones pasadas por agua. Para ello es siempre buena idea contar con un plan B de actividad para que el viaje no quede chafado.
Viajes de fin de curso de Bachillerato: imprevistos y cómo solucionarlo
Todo viaje en sí, sea o no de fin de curso o de Bachillerato u otro curso, cuenta con imprevistos. Asumir este hecho es fundamental para poder disfrutar de unas merecidas vacaciones desde el primer momento. Esto no quiere decir que haya que pensar que todo va a ir mal, sino aceptar que todo en la vida tiene algún inconveniente, y confiar en que ocurra lo que ocurra, se podrá solucionar en mayor o menor medida. Si quien ha organizado el viaje es una agencia contratada para ello, se tiene la tranquilidad de que todo problema que ocurra tendrá una solución en manos de profesionales. Uno de los imprevistos más habituales, como ya hemos visto, es el cambio de clima. La lluvia obliga a modificar planings o a cambiar excursiones. Tener en cuenta planes alternativos y opciones de interior siempre es aconsejable para poder afrontar el cambio del tiempo.
La pérdida de equipaje en viajes que implican avión es otro de los imprevistos más habituales. Poco remedio tiene este, pues no depende del propio grupo o de los organizadores. Sin embargo, un truco para afrontarlo es viajar con el equipaje repartido en varias maletas. De esta manera, nos aseguramos que alguna prenda llegará a su destino. Si el viaje a realizar tiene un importante objetivo de hacer turismo, se puede siempre organizar de manera previa un planing de visitas. Incluir algún free tour o el acompañamiento de un guía son buenas ideas para hacer hincapié en el conocimiento del destino.
En cualquier caso, como ya hemos visto, la mejor opción es contar con la asistencia de una agencia, que conoce el sector y que nos asegura que todo imprevisto tiene solución.