Ventajas de hacer viajes de fin de curso en primaria

Tradicionalmente, los viajes de fin de curso se realizaban únicamente al finalizar la educación obligatoria. Con el paso de los años, esta idea se trasladó también a aquellos cursos que finalizaban alguna etapa de esta. Hoy en día, no importa el curso, ya sea 4to o 6to, lo habitual es hacer algún viaje o excursión de fin de curso durante Primaria, Secundaria y Bachillerato. ¿Por qué extender los viajes de fin de curso a todos los años escolares? Para responder a esta pregunta podemos esgrimir muchas razones. Quizás, la primera de ellas y la que más importante resulta para los propios participantes, es que se lo merecen. Después de un año escolar lleno de evaluaciones y tareas, un viaje de fin de curso les ofrece un momento de descanso. Puede suponer un premio único para su esfuerzo durante el curso y una forma de motivarles de cara al siguiente año.

Pero no sólo por lo que implica como recompensa. El viaje de fin de curso también es una forma de complementar la educación forma obligatoria. Durante el tiempo que dure el viaje, las actividades y las experiencias vividas en él suponen un vehículo perfecto para transmitir valores. El viaje en grupo favorece la transmisión de respeto, confianza y empatía. Salir de la rutina habitual implica también ganar autonomía y responsabilidad en edades en la que este aprendizaje puede marcar la diferencia.

     

Viajes de fin de curso de primaria: conocer nuestro entorno y respetarlo

Otro aprendizaje fundamental de los viajes de fin de curso para primaria es aumentar el conocimiento de nuestro entorno. Los niños y niñas salen de su lugar de confort y conocen otras ciudades y destinos. En ellos, aprenderán historia, conocimiento del medio, geografía… Y también las distintas formas del lugar en el que viven, cómo relacionarse con el entorno natural y qué elementos de interés les ofrece el mismo. Este hecho sienta las bases para que además, el niño o niña establezca una relación de respeto y cuidado hacia el medio ambiente.

Conocer el entorno por parte de los alumnos de primaria hace que lo entiendan y lo respeten. De ahí a establecer acciones que conlleve su cuidado de forma activa hay tan sólo un paso. Así, los viajes de fin de curso para primaria facilitan que los participantes conozcan nuevos destinos, nuevos lugares y nuevas formas de comportarse en el mundo en el que viven.

Viajes de fin de curso de primaria: nuevos amigos

Los viajes de fin de curso para primaria llevan a grupos que se conocen desde años a establecer nuevas relaciones y reforzar las ya existentes. Durante todos los cursos, los alumnos muchas veces tienden a relacionarse con los mismos compañeros, sólo con aquellos con los que tienen confianza. Un viaje de fin de curso, que se realiza en un entorno distinto al habitual y lleno de actividades nuevas, favorece salir de las relaciones preestablecidas y conocer a los compañeros de siempre de una nueva forma. El equipo de monitores además trabaja para fomentar este hecho. Con dinámicas y talleres, generan contactos distintos entre los alumnos y una posibilidad de conocer a nuevos amigos.

A su vez, aquellos compañeros que se conocen desde hace años, puede aumentar su confianza en esta nueva oportunidad que les ofrecen los viajes de fin de curso. Los lazos de amistad se ven reforzados en la participación de actividades y en las visitas a sitios impresionantes. Así, recordarán este viaje como fundamental para sus vidas. Todo ello ofrece un viaje de fin de curso de primaria.

Cómo organizar un viaje de fin de curso de primaria

Para ampliar más información sobre los viajes de fin de curso de primaria, puedes consultar la siguiente guía, que te contará todo lo necesario para tu viaje de fin de curso: