¿Por qué ir de Campamento?

Sabemos ya lo que es un campamento y cómo funciona, pero a los padres y madres les puede surgir una duda importante: ¿por qué ir de campamento? ¿Por qué elegir esta opción en las vacaciones de verano y no otra de las muchas existentes? Las respuestas son tantas como las que podrían dar cada niño y niña que ha asistido a un campamento de verano de Natuaventura Ocio y Tiempo Libre y lo ha disfrutado.

Por nuestra  experiencia, consideramos que la más importante es que los campamentos de verano no son sólo un entretenimiento para ocupar una franja de tiempo libre en las largas vacaciones escolares, sino que suponen un complemento ideal para el crecimiento y el desarrollo de los menores.

Convertirnos en compañeros

Un campamento de verano  les lleva a conocer entornos distintos al habitual, a entrar en contacto con compañeros y compañeras de distintos lugares y forjar nuevas amistades. Así, su capacidad de autonomía y su confianza en sí mismos crecen de manera exponencial. Resulta curioso observar a niños y niñas que en los primeros días del campamento se muestran más tímidos o reservados, y ver cómo van ganando confianza y sintiéndose más cómodos tanto con el grupo como con ellos mismos a lo largo de los días. Esa timidez, los últimos días, se transforma en un mayor conocimiento de sí mismo y una mayor seguridad respecto a los demás.

Valores

Además, las actividades diseñadas por los equipos de monitores tienen como objetivo ofrecer aprendizaje de valores tan importantes como el compañerismo, la generosidad, el respeto por lo demás y la empatía. Tendemos a pensar en el colegio y lo académico como única fuente de formación y desarrollo intelectual y personal. Precisamente, los campamentos de verano, al fomentar el aprendizaje de valores desde la pedagogía lúdica y el juego, ofrecen un nuevo enfoque formativo, una nueva forma de aprender y conocer distinta de la habitual, frente a la cual los niños y niñas se muestran más accesibles y predispuestos desde el principio.

A su vez, los campamentos de verano suelen desarrollarse en entornos naturales alejados de las ciudades y los espacios ya conocidos por los menores. Esta cercanía a la Naturaleza supone también una forma de conocer el mundo que nos rodea, y adquirir hacia el mismo, valores de respeto y cuidado que perdurarán para siempre.

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